Razones para protestar el 12M contra la turistificación sin límites y sus consecuencias.
La industria turística no ha tenido piedad con un territorio frágil y limitado como el nuestro. Cada vez se evidencia de forma más clara las contradicciones que genera el monocultivo turístico y su fracaso desde la justicia económica, ambiental y social. Nos hemos acostumbrado a un relato oficial que presume, día tras día, de los supuestos beneficios del turismo de masas, apoyado en cifras millonarias de llegadas de turistas y ganancias económicas.
Este entusiasmo con el que se anuncia que Canarias ha pasado de 10 a casi 16 millones de turistas en ocho años, o que el gasto turístico alcanzó alrededor de 18.000 mil millones de euros en 2017, contrasta dura y fríamente con la realidad. Una realidad que refleja cifras de desempleo alarmantes, precariedad laboral o índices de desigualdad y pobreza obscenos.
Una nueva realidad en la que la insaciable industria turística, bajo el disfraz de economía colaborativa, coloniza nuestros espacios de vida, comunes y privados, con la irrupción del alquiler vacacional. Una realidad que deja sin hogar a cientos de personas al poner sus viviendas al servicio del turismo y que deja, incluso, sin trabajo a otras, reduciendo el derecho a la vivienda a un imposible. La subida de los alquileres fomenta la gentrificación, que a su vez fulmina al comercio tradicional en favor de terrazas y tiendas de recuerdos, que mercantiliza, banaliza y pervierte la vecindad, la cultura, la identidad, el patrimonio y que expulsa, en definitiva, a la población de sus barrios. Sigue leyendo